Inés Alegre trabaja en la escuela José Abelardo Núñez, de La Florida, y se ha destacado por aplicar el juego y diversas actividades recreativas en la enseñanza, con buenos resultados. Los docentes “tienen que perder el miedo al ridículo y jugar, jugar y jugar”, dice. Relató su experiencia en el encuentro “Testimonios que inspiran, ideas que viajan” que se realizó en el Edificio Telefónica.
Inés Alegre le avisó a sus alumnos de 8° año básico que en la próxima clase pasaría la Edad Media y que debían preparar una presentación alusiva a esta época de la historia. Daniel, que se gana la vida como malabarista, gastó sus ahorros en un disfraz de bufón y se robó la película en la clase. Resultado: cuando fueron evaluados, todos los estudiantes sacaron buenas calificaciones.
Esta profesora básica, de 52 años, trabaja en el colegio particular subvencionado José Abelardo Núñez, de La Florida. A este plantel de integración, de prekinder hasta 4° medio, asisten alumnos de todos los estratos socioeconómicos, y esta maestra, que hace clases de Lenguaje e Historia, se destaca porque enseña a través de actividades lúdicas donde los escolares se ven obligados a ser creativos.
En sus 25 años de trayectoria, esta mujer –separada y madre de 3 hijos- ha aplicado esta metodología para hacer clases, con buenos resultados, asevera.
“Nos ha ido muy bien en el Simce, porque los niños han aprendido. El año pasado 2 de mis alumnos rindieron una prueba para ingresar al Instituto Nacional y fueron aceptados. La moraleja es que los profesores tienen que perder el miedo al ridículo y jugar, jugar y jugar”, remarca a Nación.cl.
Inés relató su experiencia en el encuentro “Testimonios que inspiran, ideas que viajan” que se realizó el jueves pasado en el Edificio Telefónica (en la foto). Evento fue organizado por el Portal EducarChile, la embajada de Estados Unidos y la Red de Escuelas de Pedagogía con el objetivo de entregar distinciones visiones respecto a cómo debiera ser la educación en la sociedad actual.
Esta profesora básica, de 52 años, trabaja en el colegio particular subvencionado José Abelardo Núñez, de La Florida. A este plantel de integración, de prekinder hasta 4° medio, asisten alumnos de todos los estratos socioeconómicos, y esta maestra, que hace clases de Lenguaje e Historia, se destaca porque enseña a través de actividades lúdicas donde los escolares se ven obligados a ser creativos.
En sus 25 años de trayectoria, esta mujer –separada y madre de 3 hijos- ha aplicado esta metodología para hacer clases, con buenos resultados, asevera.
“Nos ha ido muy bien en el Simce, porque los niños han aprendido. El año pasado 2 de mis alumnos rindieron una prueba para ingresar al Instituto Nacional y fueron aceptados. La moraleja es que los profesores tienen que perder el miedo al ridículo y jugar, jugar y jugar”, remarca a Nación.cl.
Inés relató su experiencia en el encuentro “Testimonios que inspiran, ideas que viajan” que se realizó el jueves pasado en el Edificio Telefónica (en la foto). Evento fue organizado por el Portal EducarChile, la embajada de Estados Unidos y la Red de Escuelas de Pedagogía con el objetivo de entregar distinciones visiones respecto a cómo debiera ser la educación en la sociedad actual.
DEBIÓ SER CREATIVA
Comenzó trabajando en el colegio Santa Cruz, en Nataniel con Victoria, en Santiago. Acá fue supervisada por una religiosa que le pedía que sus clases fueran diferentes, creativas, donde el centro de atención fueran los estudiantes y no el profesor.
Esta monja “hizo salir lo mejor de mí. Tal vez la forma no fue la adecuada, porque me exigía mucho, pero lo logró”, destaca.
Desde ese momento se trazó la meta de que sus clases serían peculiares, con un sello propio, donde los alumnos se vieran forzados a pensar y a crear. Tiene claro, eso sí, que no siempre se puede jugar y que no todos los alumnos tienen esta habilidad.
“Hay niños que requieren otro tipo de atenciones, porque son tímidos. Buscamos, entonces, actividades alternativas que puedan realizar como animar, por ejemplo. Nadie se siente discriminado y todos juegan”, añade.
Comenzó trabajando en el colegio Santa Cruz, en Nataniel con Victoria, en Santiago. Acá fue supervisada por una religiosa que le pedía que sus clases fueran diferentes, creativas, donde el centro de atención fueran los estudiantes y no el profesor.
Esta monja “hizo salir lo mejor de mí. Tal vez la forma no fue la adecuada, porque me exigía mucho, pero lo logró”, destaca.
Desde ese momento se trazó la meta de que sus clases serían peculiares, con un sello propio, donde los alumnos se vieran forzados a pensar y a crear. Tiene claro, eso sí, que no siempre se puede jugar y que no todos los alumnos tienen esta habilidad.
“Hay niños que requieren otro tipo de atenciones, porque son tímidos. Buscamos, entonces, actividades alternativas que puedan realizar como animar, por ejemplo. Nadie se siente discriminado y todos juegan”, añade.
APODERADOS RECLAMABAN
- ¿Los padres tienen prejuicios respecto a una clase que es más lúdica y menos estructurada?
- Hace algunos años eran más conservadores y reclamaban, porque para ellos un cuaderno vacío era sinónimo de que los niños no estaban aprendiendo nada. Las cosas han cambiado y ahora para los papás es importante que los niños lleguen felices del colegio. Cuando ven que sus hijos aprenden y tienen buenas calificaciones se convencen aún más. Es importante que no se confunda lúdico con falta de exigencia.
- ¿Aconseja a los jóvenes estudiar Pedagogía pese a los bajos salarios que perciben?
- Siempre les digo que realicen lo que les gusta hacer, independientemente de lo que ganan. Yo he hecho varias cosas, he sido coordinadora, por ejemplo, pero siempre he vuelto a las aulas, porque es ahí donde debo estar.
Su mensaje para las nuevas generaciones es “que cada profesor debe reencantarse con sus habilidades propias. Deben buscar en su esencia y dejar fluir esa capacidad. Si no les nace jugar, bueno, busquen en su interior, porque no se es profesor por casualidad”.
- ¿Los padres tienen prejuicios respecto a una clase que es más lúdica y menos estructurada?
- Hace algunos años eran más conservadores y reclamaban, porque para ellos un cuaderno vacío era sinónimo de que los niños no estaban aprendiendo nada. Las cosas han cambiado y ahora para los papás es importante que los niños lleguen felices del colegio. Cuando ven que sus hijos aprenden y tienen buenas calificaciones se convencen aún más. Es importante que no se confunda lúdico con falta de exigencia.
- ¿Aconseja a los jóvenes estudiar Pedagogía pese a los bajos salarios que perciben?
- Siempre les digo que realicen lo que les gusta hacer, independientemente de lo que ganan. Yo he hecho varias cosas, he sido coordinadora, por ejemplo, pero siempre he vuelto a las aulas, porque es ahí donde debo estar.
Su mensaje para las nuevas generaciones es “que cada profesor debe reencantarse con sus habilidades propias. Deben buscar en su esencia y dejar fluir esa capacidad. Si no les nace jugar, bueno, busquen en su interior, porque no se es profesor por casualidad”.
CANDIDATOS
- Éste será un año electoral y Michelle Bachelet, que será candidata presidencial, ya anunció que presentará un proyecto para terminar con el lucro y avanzar en la gratuidad de la educación. ¿A qué otros ejes deberían dársele énfasis los candidatos?
- Deberían dejar que los profesores, aquellos que están en las aulas y conocen la realidad de los estudiantes, sean los que establezcan las normativas. Yo les pediría a los candidatos que se den una vueltecita por los colegios, que nos visiten, que hablen con los niños, porque las políticas actuales no son acorde con las necesidades de los escolares y de los maestros.
- ¿Cuál es la necesidad prioritaria que se debe resolver?
- Es urgente un cambio de mentalidad respecto de la educación. Es muy importante que las personas que toman decisiones y resuelven en educación sean educadores y que estén en terreno. “Otra cosa es con guitarra”, dice el refrán. Las personas que han impuesto normativas o políticas nunca han estado en una sala de clases. Para poder hablar de algo hay que vivirlo.
lanacion.cl
- Éste será un año electoral y Michelle Bachelet, que será candidata presidencial, ya anunció que presentará un proyecto para terminar con el lucro y avanzar en la gratuidad de la educación. ¿A qué otros ejes deberían dársele énfasis los candidatos?
- Deberían dejar que los profesores, aquellos que están en las aulas y conocen la realidad de los estudiantes, sean los que establezcan las normativas. Yo les pediría a los candidatos que se den una vueltecita por los colegios, que nos visiten, que hablen con los niños, porque las políticas actuales no son acorde con las necesidades de los escolares y de los maestros.
- ¿Cuál es la necesidad prioritaria que se debe resolver?
- Es urgente un cambio de mentalidad respecto de la educación. Es muy importante que las personas que toman decisiones y resuelven en educación sean educadores y que estén en terreno. “Otra cosa es con guitarra”, dice el refrán. Las personas que han impuesto normativas o políticas nunca han estado en una sala de clases. Para poder hablar de algo hay que vivirlo.
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