UNA MIRADA A LA HISTORIA DE LOS QUILLAYES
Han partido algunos vecinos con tantas historias y recuerdos que se van con ellos a la eternidad.
Personas que me toco conocer, compartir, saludar o simplemente ser vecinos del mismo barrio, este que cada vez queda sin herencia histórica.
En conversaciones que he tenido con personas en algunos cuando hay que despedir a un coterráneo barrial, muchos hablan de los primeros años de vida de nuestra querida población; sus esfuerzos, penas, dichas y tantos fragmentos que hacen completar el puzzle de nuestra línea de tiempo.
Entre algunas cosas que me han comentado salen temas como el de los Alberges lugares donde permanecieron familias después del terremoto del año 1985, lo rural que tenia nuestra población a sus inicios que se fue perdiendo al pasar de los años y la modernización, la unidad en todo sentido desde familias que cocinaban en hoyas comunes, los primeros negocios que empezaron atender por las ventanas vendiendo Bolsitas de te, mitad de margarina, octavos de aceite y que humanamente olvidaron fiados nunca pagados.
Momentos mágicos compartiendo en el monolito con amigos y ver aun en momentos la risa de algunos que ya han partido.
Recordar cuando florecía el potrero con un tipo de flores amarillentas y salir a cazar saltamontes, jugar a los autito y hacer caminos en la tierra, Jugar a la pelota en el bandejon donde hoy esta la Plaza la que esta ubicada entre la Calle Río Sur y el potrero.
Por ahí yo recuerdo una navidad cuando estaban de moda los bermudas reversibles y el día después del año nuevo ver toda la calle con restos de juegos artificiales.
Las temporadas que llegaban los circos a nuestro barrio y los que nos ingeniábamos por pasarnos para ver el show.
Amigos con los cuales estábamos hasta tarde contando historias de terror, chistes y en la noche me daba susto en lo personal cruzar de un sector a otro ya que no había casi luz publica.
Amigos que hoy tienen familia, se han marchado del barrio o siguieron sus vidas por otros rumbos.
Tenemos tanta historia en nuestra población pero muchas veces se va a la tumba con los más veteranos y en general quienes parten de este mundo.
las generaciones más jóvenes a veces no valoramos esta tierra que en su momento nos acogió.
Esto no es para ponerse melancólico, pero alguien me dijo “es bueno aprender del pasado, porque sin pasado no hay presente y sin presente no hay futuro”….
Nota: Alexis Canales
E-mail: diariocomunitario@gmail.com
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