De manera similar a como se ha desarrollado el crecimiento de nuestra ciudad capital, La Florida ha tenido un explosivo y desordenado crecimiento movido por las fuerzas del mercado, que modifican de forma sustancial el uso del suelo, de tal forma que durante los últimos treinta años aceleradamente los terrenos de nuestra comuna que en ese tiempo eran mayoritariamente agrícolas son redestinados a construcciones de barrios, villas y condominios. La creciente falta de regulación y total ausencia del estado en el mercado de la tierra, ha permitido que el negocio inmobiliario sea altamente especulativo y controlado por unas pocas familias.
Junto con la implementación en nuestro país del modelo de desarrollo neoliberal, nuestra comuna comienza a tomar nuevas características donde bajo el slogan “La Florida es ciudad” el municipio comienza a atraer inversión inmobiliaria y de servicios como los malls e hipermercados, constituyéndose en el centro del desarrollo del sur-oriente de Santiago. Sin embargo el debilitamiento del aparato estatal central así como los cambios y flexibilización de normas de construcción sumados a la permisibilidad, complicidad y subordinación de la institucionalidad municipal a las fuerzas del mercado inmobiliario provoca un crecimiento comunal desordenado y con una marcada segregación social que se evidencia en las diferencias sustantivas que tienen los barrios, villas y condominios según sea su ubicación dentro de la comuna. Situación que condiciona y margina a miles de vecinos profundizando las diferencias sociales presentes en nuestra sociedad.
Las diferencias existentes entre los distintos barrios y sectores de la comuna son acentuadas por el quehacer de una gestión municipal y estatal que se prioriza y ordena por los requerimientos de quienes controlan el mercado inmobiliario y de servicios, y no por las demandas de los vecinos de la comuna. De tal forma que hoy es posible apreciar como parte importante de los recursos municipales y del gobierno central están orientados a satisfacer demandas de quienes habitan en sectores más acomodados de la comuna y en contraposición vemos amplios sectores de la comuna donde la inversión es escasa y la alta demanda de servicios de esas comunidades no es satisfecha por la municipalidad ni el estado central.
Es así como en un ejercicio preliminar podemos identificar a lo menos 7 sectores de la comuna, con características definidas y notorios contrastes, de los cuales el sector de Santa Raquel al poniente, incluido el sector 5 de Villa O’Higgins, la villa Juan Egenau y Áyax presentan notorias carencias respecto de otros sectores de la comuna. “De Santa Raquel al poniente” es un sector compuesto principalmente por familias de trabajadores que presentan un agravamiento de su situación de pobreza, dada la alta densidad poblacional de viviendas básicas que no satisfacen los requerimientos de espacios mínimos de las familias que ahí habitan, es un sector que tampoco cuenta con los espacios públicos mínimos necesarios para el esparcimiento y la recreación, ni hablar de áreas verdes y servicios municipales que son demanda habitual por parte de estas comunidades.
Otro aspecto no menos importante dice relación con la mantención y reparación de calles y veredas, de igual forma la deficitaria frecuencia y cobertura del transporte público afecta de forma directa el desplazamiento, obligando a quienes habitan estas comunidades a una vida principalmente dentro de su propio entorno, sin mayor contacto con otras realidades ni otros sectores sociales, generando una segregación y marginación extrema que empobrece y deteriora la vida de estos vecinos. Esta situación contrasta con otras comunidades de familias de trabajadores que habitan otros sectores de la comuna donde la mayor accesibilidad les permite una mayor integración social.
Este hacinamiento, sumado a la falta de accesibilidad anclan a estas comunidades a una situación de mayor empobrecimiento y marginación que los hace ser más pobres que los pobres de similar poder adquisitivo que habitan otros sectores de la comuna, situación que requiere de un nuevo rol del gobierno central y municipalidad para corregir esta exagerada inequidad y marginación. Por ello con el objeto de comenzar a corregir esta situación la municipalidad dada su cercanía con esta realidad debe de forma urgente intervenir asumiendo un mayor protagonismo.
Si bien, para dar solución real a las inequidades sociales generadas por el actual modelo de desarrollo neoliberal se hace urgente y necesario modificar el rol que hoy se le asigna al estado, siendo para ello imprescindible una nueva constitución política y una nueva institucionalidad municipal. No obstante es posible avanzar, acompañando a nuestros vecinos en pos de mejorar su condición de vida, para ello haciendo uso de la actual legalidad municipal es posible focalizar y priorizar ciertos esfuerzos municipales en este sector, mediante la creación de una delegación municipal.
La delegación municipal no debe ser implementada como una ventanilla única de servicios municipales, sino que como una delegación municipal de acuerdo con lo establecido por la ley orgánica de municipalidades, de forma similar a como se hace en diversos puntos del país donde las delegaciones permiten potenciar el quehacer del municipio en zonas más apartadas, como lo es la delegación de Niebla dependiente de la Municipalidad de Valdivia.
La Delegación está a cargo de un(a) representante del alcalde, el cual depende directamente del alcalde y cuenta con tantas atribuciones como el alcalde le entregue, de ahí que resulta de gran importancia para el éxito de la gestión que la delegación sea mucho más que una oficina donde se pueda hacer consultas y tramites municipales, y cuente con atribuciones, infraestructura, recursos y personal. de dependencia directa que puedan realizar la gestión en terreno de acuerdo con las instrucciones que entregue el delegado, como si fuera una municipalidad chica. Es importante que la delegación cuente con vínculos regulares con la comunidad, de tal forma que sea la comunidad quien mediante un consejo de representantes pueda ayudar, apoyar y potenciar la labor del delegado, para así lograr las soluciones y mejoras que los vecinos esperan por años.
LA FLORIDA A 23 DE JULIO DEL 2012 - Juan Ortega (Johnny) juanortegavidal@gmail.com