El 4 de enero pasado, Revolución Democrática escribió una misiva llamando al “NO cierre de escuelas públicas”. En particular, la carta expresaba la preocupación por la intención del Alcalde de La Florida de cerrar cuatro escuelas municipales de la comuna. Además, el documento presentaba las razones de por qué creemos que este cierre es perjudicial no sólo para los alumnos y apoderados de los establecimientos afectados, sino que para la comunidad floridana en general, en tanto el cierre es signo de una falta de compromiso del Alcalde con la educación pública local que muchas familias de la comuna valoran y prefieren. El cierre de una escuela debe siempre ser una última medida, después de haber agotado todas las posibilidades, que en este caso no se han agotado.
Han pasado casi tres meses, y aún existen comunidades educativas afectadas que no han sido escuchadas. Algunas se salvaron, como las de los colegios Cataluña y Áreas Verdes, pero otras en cambio, sufrieron el cierre de los establecimientos, y producto de ello, los apoderados miembros de los colegios República Dominicana y Villas Unidas se han organizado activamente para luchar en contra de esa medida, realizando un esfuerzo considerable para otorgarles educación a sus propios hijos, dada la incapacidad de la institucionalidad para garantizarla.
El Alcalde no ha querido explicar a los ciudadanos de La Florida, ni a la sociedad en general, los motivos de las medidas adoptadas. Es por ello que escribimos nuevamente, no sólo para exigir al Alcalde una respuesta clara, sino también para denunciar que las decisiones han sido tomadas de un modo unilateral y autoritario, sin diálogo ni preocupación por las comunidades educativas, las familias, profesores y estudiantes involucrados.
Por lo anteriormente dicho, en Revolución Democrática, creemos que al no incorporarse en el proceso de decisión del cierre de estos establecimientos municipales a las comunidades educativas respectivas, ha primado una visión cortoplacista que no se ha detenido a medir consecuencias ni a incorporar a los afectados en buscar alternativas previas al cierre con la finalidad de fortalecer la educación pública y aumentar su matrícula.
Además, creemos que no se ha considerado el daño e incertidumbre que una decisión de cierre puede causar a los estudiantes y sus familias, especialmente a aquellos estudiantes que tienen necesidades educativas especiales. Para estos alumnos, un cambio resulta profundamente complejo, lo que implica necesariamente ayuda de la autoridad para favorecer dicho proceso. A la vez, vemos que el ingreso de estos estudiantes a la educación particular subvencionada representa un alto costo para sus familias desde el punto de vista monetario como emocional, por lo que es la educación pública el mejor espacio para que estos alumnos puedan desarrollar sus habilidades sin que aquello implique un perjuicio excesivo por parte de las comunidades afectadas.
Por último, es claro que el municipio ha obviado la existencia del fondo de revitalización de la educación pública que fue aprobado por el Congreso en la discusión del presupuesto 2013. Una parte de este fondo podría ser solicitado al Ministerio de Educación y utilizado por el Municipio de La Florida para fortalecer sus escuelas en vez de cerrarlas. Al respecto, el gobierno central tampoco ha colaborado demorando la entrega de los recursos, no informando a los municipios sobre sus posibles usos. Creemos que se trata de una irresponsabilidad doble del gobierno central y el municipal que refleja una falta de compromiso y una desidia tanto con la educación pública como con las personas y comunidades que la eligen y prefieren.
En La Florida, así como en otras comunas de Chile, necesitamos alcaldes responsables y comprometidos con la educación pública que generen un proyecto educativo nacional de manera participativa y democrática, que fomenten la integración social y cultural y que recuperen con fuerza dicha educación. No sería, ni política ni éticamente aceptable, que ésta situación se vuelva a repetir a final de año, observado de este modo como otros colegios públicos se ven afectados por una medida similar, horadando aún más nuestra alicaída educación pública. Es por ello que, como Revolución Democrática, levantamos nuestra voz para decir “NO al cierre de escuelas públicas” y “SÍ a su recuperación y fortalecimiento”.
Revolución Democrática